Los ajustes quiroprácticos para niños pueden ofrecer múltiples beneficios, desde el alivio de dolores físicos y molestias hasta el apoyo en el desarrollo neurológico, el fortalecimiento del sistema inmunológico, corrección de problemas de postura, alivio de cólicos, malestares digestivos, mejora la calidad del sueño, corrección de problemas relacionados con el crecimiento, asma y entre muchos otros. Estos cuidados ayudan a que el cuerpo del niño funcione de manera óptima durante las etapas clave de desarrollo. Además, contribuyen a prevenir desequilibrios futuros, promoviendo una infancia más saludable y activa.